PARÁBOLAS
Y siguieron caminando…
Cuando Rosaura Cardas Gonzalo, dilecta amiga y coparticipe en sucesos religiosos que nos han unido en el tiempo, me pidió que hiciera una introducción para la publicación de una recopilación llamada “Todas las parábolas”, donde se compilan frases escuchadas durante las fuertes experiencias místicas de su madre Rosaura Gonzalo, sin ninguna duda acepté. Al rato pensé, Señor en qué compromiso me has metido pensando se trataba de alguna exegesis personal de las parábolas de la Biblia.
Luego con su lectura sencilla y amena, respiré profundamente y reflexioné sobre lo que debía escribir para acompañar este trabajo que data desde el año 2003 y que sale a la luz, por decisión de su compiladora y anuencia de su madre, en este convulsionado 2025.
Esta manera de escribir o dar consejos verbales, a pesar de ser ampliamente famosa por los impresionantes ejemplos dejados por los autores santos en la Biblia, se venía empleando desde hacía mucho en la antigua Grecia por los literatos de su “Época de Oro”, donde se expresaban en diferentes narraciones o hasta en fábulas que abordaban temas ficticios.
Por lo tanto, la parábola es una forma literaria que ha perdurado a lo largo de los siglos debido a su capacidad para transmitir enseñanzas morales y espirituales de manera accesible y profunda. Caracterizada por ser un relato breve y simbólico, la parábola utiliza situaciones verosímiles para ilustrar verdades universales, apelando tanto a la razón como a la emoción del lector u oyente. Su eficacia radica en la simplicidad de su estructura y en la profundidad de su mensaje, lo que la convierte en una herramienta poderosa en la literatura y en la enseñanza.
Etimológicamente la palabra «parábola» proviene del griego «parabolḗ», que significa «comparación» o «analogía». En el ámbito literario, se define como una narración breve de carácter didáctico, en la que, a través de una situación ficticia o con hechos reales, se transmite una enseñanza moral o espiritual. A diferencia de otras formas narrativas, la parábola no busca entretener, sino instruir, presentando una lección que, aunque no siempre explícita, es clara y evidente para el lector atento. Invita al lector a la reflexión y encontrar en ellas el trasfondo ético o moral que el autor quiere trasmitir.
Entre las características principales de la parábola se encuentran:
- Brevedad: Las parábolas son relatos concisos que se centran en un solo evento o situación.
- Simplicidad: Utilizan un lenguaje sencillo y accesible, lo que facilita su comprensión.
- Simbología: Los elementos del relato representan conceptos o valores más amplios.
- Enseñanza moral: El propósito principal es transmitir una lección ética o espiritual.
- Universalidad: Las enseñanzas de las parábolas son aplicables a diversas culturas y épocas. Incluyendo la nuestra actual con todas sus complejidades.
Aunque las parábolas son comúnmente asociadas con las enseñanzas de Jesús en los Evangelios, su origen es anterior y se encuentra en diversas tradiciones culturales y religiosas Estas narraciones eran utilizadas por profetas y sabios para comunicar mensajes divinos o éticos de manera indirecta pero impactante.
Una parábola es como una metáfora que ha sido extendida para conformar una ficción breve y coherente. A diferencia de la situación que se presenta con un símil, el significado paralelo de la parábola es silencioso e implícito, aunque no secreto de forma ordinaria.
Con el tiempo, la parábola se consolidó como una herramienta pedagógica en diversas culturas, siendo empleada por filósofos, escritores y líderes religiosos para ilustrar principios morales y fomentar la reflexión. Su estructura sencilla y su capacidad para conectar con experiencias humanas universales le han permitido trascender fronteras y épocas.
Las parábolas de Jesús son quizás las más conocidas y estudiadas en la tradición occidental. A través de relatos sencillos, Cristo abordó temas complejos como el perdón, la humildad, la fe y la justicia.
Las parábolas no solo transmiten enseñanzas religiosas, sino que también ofrecen lecciones éticas y sociales aplicables en diversos contextos.
En la actualidad, las parábolas siguen siendo una herramienta efectiva en la literatura, la educación y la comunicación. Autores contemporáneos las emplean para abordar temas sociales, políticos y personales, utilizando relatos simbólicos para provocar reflexión y debate. Además, en contextos educativos, las parábolas facilitan la enseñanza de valores y principios éticos, al presentar situaciones que invitan al análisis y a la discusión crítica.
Rosaura Gonzalo, en sus parábolas, confronta situaciones ligadas al devenir actual de la humanidad tanto en el ambiente externo como en sus propios laberintos y dudas. En ocasiones pareciera una interpelación personal. Un examen de conciencia profundo y detallado.
Ella logra estructurar de manera suscinta los elementos claves en la estructura de una parábola, las cuales constan, habitualmente, de los siguientes elementos:
- Introducción: Presenta el contexto y los personajes principales. En su obra generalmente son tres ignotos que se interpelan sin orden alguno durante todo su caminar por el mundo.
- Desarrollo: Se expone la situación o conflicto que enfrentan los personajes. La alternabilidad entre ellos es la constante.
- Clímax: Se produce un giro o revelación que lleva al desenlace, con frecuencia un interrogante moral que deja un degusto de incomprensión o final incompleto.
- Desenlace: Se resuelve la situación, dejando clara la enseñanza o moraleja. En mucha queda la estructuración del mensaje de parte del lector
Aun así, permite que nos involucremos en la historia y extraigamos por nosotros mismos la lección implícita, lo que refuerza el impacto del mensaje.
Rosaura nos demuestra que, aún en nuestra época, la parábola, como forma literaria, sigue demostrando ser una herramienta poderosa para transmitir enseñanzas profundas de manera accesible y memorable. Su capacidad para conectar con las experiencias humanas universales y su estructura sencilla la convierten en un recurso valioso tanto en la literatura como en la enseñanza. Al estudiar y aplicar las parábolas, se fomenta la reflexión, la empatía y la comprensión de valores fundamentales que trascienden culturas y épocas.
Lo más impresionante no es lo antes dicho. La profundidad de los mensajes compilados durante estas experiencias místicas que muchos compartimos con Rosaura Gonzalo, no pareciera provenir de una persona con pocos grados de escolaridad, si no inspiradas por un ser superior. Rosaura las atribuye a reflexiones dictadas por nuestra Madre del Cielo, la Santísima Virgen, cuyo cuadro, pintado por ella, vimos derramar lágrimas de sangre a finales de 1999 en la Isla de Margarita. Quizás aquellas lágrimas de sangre fueron premonitorias del cruel proceso que le ha tocado vivir a nuestra querida Venezuela en los últimos años.
La virtualidad y la inteligencia artificial, exageradamente cambiante, pudiera convertir todas estas manifestaciones en simples mitos o cuentos, a la luz de su impersonalidad. El ser humano, también cambiante, ha de considerar siempre que en nuestro seguir al Señor, Camino, Verdad y Vida, somos parábolas vivas que debemos estar permanentemente cumpliendo con Su ejemplo y enseñanzas, llevando a todos lados el dulce olor a Cristo, en una evangelización perpetua.
Dr. Rodrigo Antonio Ordaz Verde.