Lo que Uds. van a leer a continuación son algunos de los Testimonios escogidos al azar. Entenderemos y sentiremos como a través de la fe, y ese conocimiento profundo de la presencia de Dios y de la Santísima Virgen, todo puede suceder.
Te gustaría dar a concer tus experiencias con la Manifestación de las Lágrimas de la Virgen del Valle, en los Rosarios, en la Floristería Casaflor, en la Iglesia de la Epifanía del Señor, en tu hogar… Envía tu testimonio al correo: Rosaura Cardas y con todo gusto lo publicaremos.
Rafael José Aponte Álvarez (La Victoria, Aragua; 22 de abril de 1938 – Caracas, 17 de agosto de 2018) fue un humorista, cantante lírico y actor venezolano, más conocido como Cayito, sobrenombre que tuvo desde niño por haber nacido el día de San Cayo.
Imagen dibujada en papel dedicada a Rosaura Gonzalo, cuando visitó el lienzo manifestado de laVirgen del Valle, en la floristería Casaflor.
¨Yo sí voy
a usar el tráfico
de influencia.
Pido a Nuestra Señora,
por la paz de nuestra
patria, por la felicidad
de nuestros hijos
y por todos nosotros.
Te quiere,
Cayito¨.
2002


Y sucedió un día,
no lo podía creer
y así sin más
me di cuenta, que existías.
Oh, ternura infinita
extendiste tu mano
y tomaste la mía.
Luces brillaban
y destellos salían
Cuando tu manto se movía
melodía, encuentro con tu voz
En lo terrenal, no hay nada parecido
Ni el sonido del mar
Ni el canto del pájaro
Tampoco el susurro de la brisa
Melodía, fue tan
solo dulce melodía
y mire tus ojos
y vi en Ellos el Cielo, la Tierra y el Mar.
Y miré tus ojos y vi en Ellos la dicha de amar.
Y me envolviste en tu manto de luz y estrellas.
Oh, Virgen del Valle…
Rosaura Gonzalo
03 noviembre 2006
Pesada carga llevaba,
de un brazo a otro la pasaba
No sabía cómo aligerar la carga
Eran muchos los años vividos
Algo en mi se revelaba
Y quise soltar la carga
Más, no sabía cómo hacerlo
Y Te encontré
En ruegos Te pedí que me ayudaras
y eso que Estabas lejana
Pero la carga se hacía cada vez más pesada
y me atreví y Te llamé
Y descubrí que no Estabas lejana
Que Estabas allí.
Mi corazón se alegró
Sentí Tu abrazo de amor
La carga se aligeró.
Y, ¿sabes Madre?
En cada oración que Te rezo
me llevas a Dios.
Aprendí a compartir la carga
y a entender que no todo era pesado
que había cosas, que se podían dejar en el camino.
Y caminé liviana,
Sentí, que Te amaba…
Rosaura Gonzalo
03 de noviembre 2006