En conversaciones con el Padre Ruperto, me hizo notar que debía hablar mas sobre Maria, imagínense, hablar sobre Maria, la Purísima, la Santísima, buscar las palabras donde se pudiera entender lo que Ella es, y me dije a mi misma, ¿cómo explicar el amor, la humildad y el confort que produce Su presencia? La gente me pregunta ¿qué como está vestida? ¿Cómo se presenta? Lo cual después de mucho tiempo me sorprendió porque mis sentimientos quedaban tan envueltos en el sonido melodioso de Sus palabras en el brillo esplendoroso de su paz que en ese momento era solo para mi lo que sentía en mi corazón lo importante mas hoy que el tiempo pasa y analizando lo que me quiso decir el Padre Ruperto entendí, que debo ser mas explícita.
Así como un día lo dije, que Ella fue una mujer como todas nosotras hoy puedo dar testimonio de Su sencillez, Su humildad imagínense, nos pide a nosotros que la ayudemos con nuestras oraciones a Ella, que es toda luz y está tan cerca de Dios. A veces se aparece con su vestido blanco, un manto azul con pequeños dibujos al borde, sin corona, el Rosario en las manos y en ambas manos con dos aros en sus dedos donde salen destellos de luz. Otras veces solamente de blanco, mas siempre con los aros y el Rosario.
Un día le pregunté: ¿Madre que significa esos aros y esas luces en tus dedos? Su respuesta fue tan hermosa: «Son luz de amor y protección».
No me es fácil hablar de Ella, siento que me puedo quedar corta ante tanta grandeza, es como una caricia tibia, cuando nos sentimos inquietos, más sí les puedo decir que jamás, nos deja solos. Muchas veces me equivoco ya que me falta tanto por crecer y Ella como una Madre sutil me lo hace saber, hoy les puedo decir que siempre está y que está unión que el Señor quiso que se diera en El y quizás algunos no comprendan y piensen que solo es sufrimiento, yo hoy les puedo decir que es solo amor, pues Ella está a mi lado, me alivia, Sus palabras reconfortan mi espíritu y mi alma se siente ligera. Cada quien debe vivir su propio proceso de crecimiento, eso lo entendí en el tiempo con la familia, los amigos y cuando una inquietud me asalta Ella siempre está para dar la respuesta, hay mensajes hermosos que pronto irán saliendo, donde esas conversaciones de Madre a hija, porque eso es lo que es Ella, la Madre Purísima, ustedes se verán reflejados en ellas.
En esos momentos tan especiales, donde el tiempo y el espacio desaparecen, donde la lógica pierde importancia ante la grandeza de lo inexplicable, son tantas las cosas hermosas que he vivido a través del tiempo y que en Su generosidad a trasladado a otras personas tan cercanas a mí con el descubrimiento del saber que son muchas mas las personas buenas de lo que nosotros pensamos, hoy por hoy se ha ido formando un grupo hermoso, donde cada quien aporta algo de su conocimiento y sobre todo de su amor, porque eso es lo que básicamente Ella nos está enseñando, lo que es el amor, el perdón, entender que aunque todos somos hijos de Dios, tenemos nuestras propias necesidades y creencias y de una manera hermosa, Ella nos va indicando ¡cómo ayudarlos! Quizás debería explicar mas detalles, que en algún momento irán saliendo, mas hoy no puedo evitar, regocijarme en Su amor y le pido que sea mi guía y me ayude abrir está inquietud pues no es fácil, primero porque se está expuesto, para la gente es mas fácil no creer que creer, lo cual implica un cómodo: No hay compromiso. Más sí supieran, lo que es el creer, abrir los ojos a Su presencia, sentirla a nuestro lado,¡cómo se acabarían tantas injusticias en el mundo!
Y le pido a Ella, a Maria del Valle, la única la Conciliadora, que siga ahí, pues yo, siempre estaré.
Rosaura Gonzalo
08 de Agosto del 2004
En conversaciones con el Padre Ruperto, me hizo notar que debía hablar mas sobre Maria, imagínense, hablar sobre Maria, la Purísima, la Santísima, buscar las palabras donde se pudiera entender lo que Ella es, y me dije a mi misma, ¿cómo explicar el amor, la humildad y el confort que produce Su presencia? La gente me pregunta ¿qué como está vestida? ¿Cómo se presenta? Lo cual después de mucho tiempo me sorprendió porque mis sentimientos quedaban tan envueltos en el sonido melodioso de Sus palabras en el brillo esplendoroso de su paz que en ese momento era solo para mi lo que sentía en mi corazón lo importante mas hoy que el tiempo pasa y analizando lo que me quiso decir el Padre Ruperto entendí, que debo ser mas explícita.
Así como un día lo dije, que Ella fue una mujer como todas nosotras hoy puedo dar testimonio de Su sencillez, Su humildad imagínense, nos pide a nosotros que la ayudemos con nuestras oraciones a Ella, que es toda luz y está tan cerca de Dios. A veces se aparece con su vestido blanco, un manto azul con pequeños dibujos al borde, sin corona, el Rosario en las manos y en ambas manos con dos aros en sus dedos donde salen destellos de luz. Otras veces solamente de blanco, mas siempre con los aros y el Rosario.
Un día le pregunté: ¿Madre que significa esos aros y esas luces en tus dedos? Su respuesta fue tan hermosa: «Son luz de amor y protección».
No me es fácil hablar de Ella, siento que me puedo quedar corta ante tanta grandeza, es como una caricia tibia, cuando nos sentimos inquietos, más sí les puedo decir que jamás, nos deja solos. Muchas veces me equivoco ya que me falta tanto por crecer y Ella como una Madre sutil me lo hace saber, hoy les puedo decir que siempre está y que está unión que el Señor quiso que se diera en El y quizás algunos no comprendan y piensen que solo es sufrimiento, yo hoy les puedo decir que es solo amor, pues Ella está a mi lado, me alivia, Sus palabras reconfortan mi espíritu y mi alma se siente ligera. Cada quien debe vivir su propio proceso de crecimiento, eso lo entendí en el tiempo con la familia, los amigos y cuando una inquietud me asalta Ella siempre está para dar la respuesta, hay mensajes hermosos que pronto irán saliendo, donde esas conversaciones de Madre a hija, porque eso es lo que es Ella, la Madre Purísima, ustedes se verán reflejados en ellas.
En esos momentos tan especiales, donde el tiempo y el espacio desaparecen, donde la lógica pierde importancia ante la grandeza de lo inexplicable, son tantas las cosas hermosas que he vivido a través del tiempo y que en Su generosidad a trasladado a otras personas tan cercanas a mí con el descubrimiento del saber que son muchas mas las personas buenas de lo que nosotros pensamos, hoy por hoy se ha ido formando un grupo hermoso, donde cada quien aporta algo de su conocimiento y sobre todo de su amor, porque eso es lo que básicamente Ella nos está enseñando, lo que es el amor, el perdón, entender que aunque todos somos hijos de Dios, tenemos nuestras propias necesidades y creencias y de una manera hermosa, Ella nos va indicando ¡cómo ayudarlos! Quizás debería explicar mas detalles, que en algún momento irán saliendo, mas hoy no puedo evitar, regocijarme en Su amor y le pido que sea mi guía y me ayude abrir está inquietud pues no es fácil, primero porque se está expuesto, para la gente es mas fácil no creer que creer, lo cual implica un cómodo: No hay compromiso. Más sí supieran, lo que es el creer, abrir los ojos a Su presencia, sentirla a nuestro lado,¡cómo se acabarían tantas injusticias en el mundo!
Y le pido a Ella, a Maria del Valle, la única la Conciliadora, que siga ahí, pues yo, siempre estaré.
Rosaura Gonzalo
08 de Agosto del 2004