Creo
que es hora de presentarles a los que me han acompañado en
todos los momentos, buenos y malos… La
Virgen dice que "…las señales están dadas
y dichosos los que las sepan ver".
Cuando
la conocí, a Alba,
sentí una necesidad de protegerla… me llamaba la atención
su carácter de aparente indiferencia y firmeza ante los acontecimientos
del día a día y recuerdo aún, como se asustó
mucho cuando la Virgen lloró por primera vez, de hecho no
vino ese día sino su mamá. He visto como han crecido
sus hijos, bien formados. Alba tiene la suerte de tener a unos padres
maravillosos, la Sra. María y al Sr. Melquíades, quienes
la cobijaron en su casa para que ella pudiese dedicarse a la educación
y formación de sus hijos, pues tenía en cierto modo
tranquilidad económica y trabajaba con las flores para pagar
los estudios de ellos.
Alba
fue incondicional durante muchos años, dejando todo lo que
tenía que hacer para ir a atenderme cuando tenía los
estigmas… para mí es alguien muy especial a la que amo con
la profundidad que la Virgen me enseñó a tener; a
veces recuerdo con nostalgia esos primeros años cuando éramos
tan unidas y siempre habrá en mi corazón una oración
hacia ella, como lo dije anteriormente; su marido la dejó
con tres niños pequeños y hoy que los veo hombres
y profesionales, me siento muy orgullosa de ellos, pues siempre
los vi crecer al lado mío como mis propios hijos.
La
Virgen Santísima con la ayuda del padre Luis David, la guió
en su camino a pertenecer al Carmelo, el 16 de Julio de 2010 se
consagró a la Virgen del Carmen, ¡qué regalo
tan maravilloso!... y ahora Alba se mueve entre la Iglesia San Nicolás
de Bari y el recinto donde esta la manifestación de la Virgen,
Su Lugar Sagrado.
Quisiera
hablar ahora del Dr. Rodrigo Ordáz,
él fue quien me inició para que escribiera todas mis
experiencias y recuerdo cuando le contaba sobre las tragedias que
veía, "…donde el hombre
se hacía barro"; junto con su esposa
Rosita, dedicaron su tiempo a filmar las lágrimas de cuando
lloraba la Virgen y todos nos sentíamos impactados, pues
sentíamos el sufrimiento de la Madre. La Madre los ha llevado
a los dos a tener una misión hermosa con Jesús de
la Misericordia y la han propagado por toda Margarita.
Otra
persona que debo mencionar es el Dr.
Enrique Aguilar, alguien realmente especial, porque
estuvo desde el primer momento conmigo; él sufría
mucho cuando la Virgen lloraba, fue un fiel compañero durante
muchos años, a la hora que fuera que yo tenía los
estigmas, él dejaba de hacer lo que estaba haciendo y nos
acompañaba. Quedaron notas escritas de su seguimiento médico
de 7 años de atención, la Madre lo escogió
para esta misión porque es un hombre piadoso, de intensa
fe, con una hermosa familia al cual tengo mucho que agradecerle,
siempre rezo por él y lo llevo en mi corazón.
Un
día que yo estaba sufriendo mucho porque tenía mucho
dolor, él le pidió a la Virgen sentir un poco lo que
yo sentía y cuando me inyectó, sintió un fuerte
dolor tan intenso en todo el cuerpo que quedó pegado a la
pared, fue cuando me confesó que le estaba pidiendo a la
Madre sentir algo que yo sentía y la Madre como siempre generosa,
lo complació.
En
este despertar que tuve en la fe, en este encuentro con María
y Jesús, él fue el mejor guía. Un día
fuimos al Carmelo del Claustro a ver una monjita muy mayor, nunca
olvidaré los ojos azul cielo, cristalinos y hermosos de esa
monjita, se estaba muriendo pero tenía la felicidad y la
pureza y eso era lo que el Dr. quería que yo viera, fueron
muchos, muchos los momentos gratos que pasé con él,
también algunos difíciles. Le doy las gracias a la
Virgen por haberlo puesto a mi lado.
"María,
siempre María", palabras de la Virgen
cuando se refiere a María Mata,
es como una gran flor que tiene un aroma inmenso, generosa, su tiempo
se le va en dar, en ayudar a los ancianos, le lleva comida a los
indigentes, es una persona obesa y sin embargo, nunca le oí
una queja; cada vez que alguien la llamaba ella estaba allí
para responder: cuando no era en una canastilla, era una bolsa de
comida, era conseguir algo para alguna de las iglesias, madre sustituta
del padre Alberto Mata, tenía tiempo para todo, era como
milagroso.
En
mis momentos de sufrimiento se sentaba a acariciarme la cabeza,
me tocaba las espinas y rezando, siempre rezando, cuanto me aliviaba
esas oraciones que hacían todas. María es fuera de
serie, me quedaría corta al describirla, es un personaje,
alguien que tiene la gracia de la generosidad y mucho amor para
dar, quedó viuda joven y crió a sus 5 hijas… ¿quién
no ha comido una torta hecha por María Mata?, ¡ay María
siempre María, cuanto te amo!.
Diana,
la serena, la centrada, la vi llorar abrazando el cuadro de la Virgen
como una niña pequeña aferrada a su madre, dulces
encuentros en la casa, conversaciones amorosas sobre el regalo que
le había hecho la Virgen en un encuentro con Ella y con todos
nosotros. Quiero mucho a Diana, ha sido incondicional conmigo, me
ha cuidado, me ha defendido, realmente pasamos momentos muy hermosos,
en su casa y en la mía, su esposo Mauricio le tenía
terror a mis adivinanzas que hacíamos en los juegos cuando
era el cumpleaños de cualquiera de nosotros, hombre de fe,
hermosa pareja, con unas hijas lindas, a quien el encuentro con
la Virgen les hizo crecer y les dio esa oportunidad de sentir algo
inexplicable como es el amor de Ella, muchas fueron las veces que
estuvo a mi lado cuidándome.
Myrna… para mí Mirna
es alguien especial, desde el primer momento comprendió que
yo era un ser normal. Un día en una conversación en
la floristería me hizo abrir los ojos, ella no se imagina
hoy en día cuanto me ayudo esa conversación, tiene
una familia muy hermosa además de sus hijos, sus padres,
su hermanos y sobre todo la cualidad mas grande que tiene Mirna
es que es sincera, pura en sus apreciaciones, siempre ha estado
a mi lado, se tuvo que ir de la isla por cuestiones de trabajo y
cuanto la extrañamos; recuerdo que una tarde estando en el
inicio del proceso de los estigmas, estando todos reunidos en la
orilla de mi cama, ella me tenía la mano en la cabeza y en
ese momento entró la energía del Señor y pasó
a través de su mano, temblaba, fue muy grande lo que sintió.
Muchas
veces me acompaño a las cosas que a mi me gustaban hacer,
sin juzgar, sin criticar y sin señalar, solamente dando su
tiempo y su afecto. Tuvimos muchos momentos gratos y hoy le doy
las gracias a la Virgen porque ella fue parte de ese equilibrio
que yo necesitaba.
Mí
querida Maritza, la Virgen
quiso que fuera ella por algún tiempo encargada de la floristería,
nos dio la oportunidad de compartir en la misma, nunca decía
que no, nos llevaba a todas partes sin discutir, alegre, servicial,
reza con una gran devoción, llevó a muchas personas
a ese encuentro con María; fueron muchas las horas que pasó
a mi lado, cuidándome, atendiéndome, rezando, ama
profundamente a la Virgen y como todas nosotras la encontró
en ese Su Lugar Sagrado. Maritza fue refrescante en esos años,
una hermana, una amiga, como no quererla, como dejarla sola, ¡imposible!.
En
estos días la vi cuando estuve en Margarita, fui a su casa
a almorzar y fue tan grato recordando aquel día que se le
escarchó el techo, una viga del techo de madera se le lleno
totalmente de escarcha. En su casa hubieron reuniones de cumpleaños
que disfrutamos tanto… gracias Madre por poner a Maritza en mi vida.
Marino
Fermín fue por curiosidad, como casi todos,
a la floristería, donde mas nunca pudo volver a salir, su
encuentro con la Virgen fue maravilloso, lo llevó a ser un
hombre de fe y tengo gratos recuerdos de esos momentos que compartíamos.
Hoy en día se consagró también a la Virgen
del Carmen, está dedicado en la iglesia y se consagró
por entero. Está muy unido a Alba, es su confidente… lo que
me llena de paz es ver que a través de ese maravilloso milagro
que fueron las lágrimas de sangre de la Virgen, muchas personas
han tomado el camino hacia Dios.
Carolina
entró a la floristería cuando la Virgen estaba llorando,
recuerdo que estaba Rodrigo Ordáz, Rosita y el Dr. Aguilar
y ella sin conocerme, me llevó a su casa. Hoy por hoy comprendí
que fue un abrazo que nos dio la Virgen, es una de mis hijas amadas,
incondicional, respetuosa, nunca oí de sus labios una crítica,
una censura a nadie, es muy reservada con su vida personal, lo cual
yo respeto.
Su
misma timidez la hace a veces parecer como antipática, cuando
es todo lo contrario, es toda bondad y generosidad, ella sabe que
yo la amo, que la cuido y que en mi cada día está
en mis oraciones hacia ella y yo sé, que ella está
conmigo. Otro regalo más que me dio la Madre, una amistad
plena, sincera, irrompible, que ni siquiera las malas lenguas típicas
de un lugar pequeño como es un pueblo, pudieron separarnos.
¡Gladys Duben, mi Marrrrrgariteña
preferida! es un personaje, me ha sido fiel desde el primer día,
me sonrío al pensar en ella, cuanto apoyo me dio cuando me
aparecieron las primeras escarchas y fueron delante de ella, cuanto
apoyo me dio y me sigue dando.
Solamente
por ver a Gladys es un placer ir a Margarita, ya tiene sus años,
está refunfuñona (sin embargo hasta le queda bien),
fuma como un carretero y tiene una tos, mas la amo… espontánea
como nadie, no las piensa para decir las verdades, otra incondicional
y como dirían los jóvenes: una fan. Para mi es como
una madre y me llena de alegría saber que en cada Rosario
ella está presente. Su hija y su nieta son muy lindas, en
su juventud fue una gran guerrera y en su vejez es una dama, que
la Virgen siempre me la proteja y me la cuide.
Carmen
Sol, la primera vez que la vi en la floristería
me llamó la atención su dulzura, una mujer muy linda
físicamente, estaba realmente impresionada, y muchas veces
la he visto llorar ante el cuadro de la Virgen; cuando conoció
a Harold que es su esposo, se casaron en la isla y ella se escarchó
toda en la boda, por razones ajenas a mi voluntad no pude estar
en ese día, estaba fuera del país.
Ella
me ha cuidado, he recibido mucho, mucho amor de su parte, otra incondicional,
forman una pareja hermosísima, están atravesando en
este momento situaciones difíciles, como todos en el país
y sin embargo, se refugian en la Virgen, fue a través de
esa entrada en la floristería que ella encaminó su
vida y su matrimonio a Dios, es otra de mis hijas amada, me pide
la bendición cada vez que me llama.
A
veces tengo la nostalgia y quisiera estar un poco mas cerca de ella,
pero vive en Pariaguán, pero estamos juntas casi todo el
tiempo a la distancia de una llamada por teléfono, la tengo
en mis oraciones como se que ella me tiene en las suyas. Vino para
la consagración de Alba, siempre quiere estar en los momentos
de cualquiera de nosotros, es muy generosa.
Rossi Macció, cuantas
cosas bonitas pasamos juntas, confiaba plenamente en ella, era mi
confidente, una linda persona, está en una búsqueda
incesante de Dios y de la Virgen… cuando veo a un pájaro
de hermoso plumaje posado sobre una rama, me acuerdo de Rossi, pues
salía volando mas siempre regresaba, es mi amiga, ya que
me comprendía en los momentos en que yo necesitaba ser un
poquito mas humana, sin ser juzgada, ni censurada y yo le comprendía
a ella sus debilidades y sus flaquezas, y juntas nos dábamos
apoyo. Tiene un gran corazón, ama a sus padres, trabaja para
el Hospital San Juan de Dios en obras sociales, es como una rosa
que para llegar a ella hay que brincar las espinas, mas nunca olvido
el aroma de esa rosa que me apoyó en los momentos mas difíciles.
Fue la que estuvo conmigo cuando tuve que embalar para venirme a
Caracas. Rossi, mi pequeña Rossi.
Recuerdo
cuando Isa me llevo a
Carlos a la floristería,
estaban saliendo; Isa tenía varios años de viudez
y en el momento en que se hincaron a rezar ante el cuadro de la
Virgen en el reclinatorio, pude ver que una inmensa luz los envolvía
y supe que ese era el hombre que Dios le había mandado y
se lo hice notar. Ya tienen 5 años de casados y son muy felices.
Isa
fue a la floristería desde los inicios, era discreta, se
acercaba a los Rosarios y poco a poco se fue convirtiendo en una
hija muy amada, podría decir muchas cosas de Isa y Carlos,
su acercamiento a Dios y a la Virgen, aunque Carlos ya era diácono
de la Iglesia, he compartido su sufrimiento porque no pueden comulgar;
Carlos tenía años divorciado pero el vio a Isa por
primera vez entrando a la Iglesia y dijo: "esa va a ser mi
mujer"… Dios movió sus hilos de una manera sutil para
que se encontraran y así fue. Su casa es como mi casa, hago
retiros en la misma donde encuentro mucha paz, los quiero mucho,
siempre los tengo en mis oraciones. Han tenido en su casa manifestaciones
maravillosas, están llenos de amor y paz.
Teolinda…
pequeña en estatura y gigante en amor y bondad. La conocí
mucho antes de la manifestación de la Virgen, fue un encuentro
donde aprecié su entereza, su nobleza; era una juez muy temida
ya que no se dejaba comprar, me devolvió la credibilidad
en la justicia venezolana. Recuerdo que Alba y yo le fuimos a llevar
una imagen de la Virgen del Valle al tribunal, ya había terminado
la hora de trabajo, cuando sale uno de los abogados a decirnos:
"…ya la juez terminó y no puede recibir a nadie";
con una seriedad y un respeto, le dije: "…dígale que
es Rosaura y Alba, que vinimos a traerle la Virgen".
Claro,
nosotras conocíamos a la amiga, a la bromista, a la que siempre
tiene un chiste en la boca y encontrarnos con ese despliegue de
seguridad y respeto, nos impactó. Cuando entramos que ella
vio a la Virgen, se puso a llorar como una niña y me acuerdo
que todo el personal nos miraba como asombrados.
Son
muchos años de amistad, de respeto, de afecto, donde me he
involucrado con su familia, su esposo Mario y sus hijos, un hogar
sólido basado en el respeto, la moral y sobre todo el amor.
Mi pequeña gran juez, cuanto la amo, incondicional, siempre
a mi lado, cada vez que le tocaba cuidarme, lloraba, de una sensibilidad
impresionante… Dios me la bendiga y me la proteja siempre, que yo
siempre estaré con ella. Te quiero Teolinda.
Recuerdo
que un día Matilde
preguntó a todos los que estaban rezando en el cuarto (yo
tenía los estigmas) ¿por qué no le hacen preguntas
a la Virgen?, y tenía una libreta con su bolígrafo.
Cuando se inició el proceso, todos esperaban que Matilde
preguntara algo, mas fue tanta su emoción que no pudo preguntar
nada, quedó prendada.
¿Por
qué la dejé al final de está lista?... Porque
se dice que lo último será lo primero, aunque realmente
no la realice con un orden preestablecido mas, si deje a Matilde
para cerrar con broche de oro. Amiga incondicional, nunca se hizo
eco ni de rumores ni de cuentos, siempre nos apoyó a todos
con su periódico, siempre ha estado a mi lado en las buenas
y en las malas, mi amiga, mi compañera, la que me comprende,
con la que hoy en día a pesar de la distancia seguimos unidas
en una profunda y verdadera amistad.
A
veces parece frágil mas, es fuerte, firme, de principios
sólidos, muy buena madre, muy buena hija y por lo tanto esposa,
con una gran fe en Dios y en la Santísima Virgen. Yo sé
que si extiendo la mano buscándola, ella extenderá
su mano hacia mi. La Virgen dijo en una oportunidad: "…extiende
tu mano y Me encontrarás", en ese momento
me acordé de Matilde. Dios la bendiga, que la Virgen me la
cubra con Su manto a ella y a todos los que están en esta
lista.
Hoy
en día hay muchas personas cercanas a mi, maravillosas, de
las cuales podría decir muchas cosas, por ejemplo: Toña
Granado con su voz cantándole a la Virgen,
su constancia y su amor; América
Blanco, cuyo sentimientos van más allá del
amor, Anaika Marin, compañera
ideal en los retiros con su amor desprendido hacia la Madre… creo
que tardaría días hablando de las personas amorosas
que la Virgen me ha puesto a mi lado. Le agradezco infinitamente
a la Madre habérmelos colocado a todos a mi lado:
Alba
M. Rodríguez Duben.
Dr. Rodrigo Ordáz y Rosita de Ordáz.
Dr. Enrique Aguilar y familia.
María Mata Quilarte.
María Isabel Mata (Chabe).
Diana Sulbarán.
Myrna Rivera.
Maritza Rodríguez.
Marino Fermín.
Carolina Lehman.
Gladys Dubén.
Carmen Sol Mejias y Harold Colmenares.
Rossi Macció.
Isa Santaella y Carlos kubler.
Teolinda Fuentes y familia.
Matilde Robinson y familia.
Leanis Valera.
América Blanco y familia.
Anaika Marín.
Letti Rigu.
Mariangeles Combes.
Dulce Costa.
Alida España.
Guadalupe de Guarache.
Abelardo León.
Marisol Sousa.
Diana Díaz.
Lilian Aladejo.
Lourdes Noguera.
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